Análisis de las tácticas y roles de los jugadores de la Real Sociedad en el fútbol español

No es raro que la Real Sociedad acabe la temporada con esa etiqueta de equipo fiable, casi metódico a niveles obsesivos, aunque los que siguen la liga española saben que arrastra algunas grietas tácticas, al menos desde hace un par de años. Ahora, durante este curso 2025-26, los números hablan, El equipo ha dejado pasar seis goles seguidos en acciones a balón parado.

No es un simple dato para engrosar una columna de estadísticas; la frustración se nota, tanto en las crónicas como entre la afición. Como un casino online, los partidos parecen una apuesta constante donde la estrategia se pone a prueba minuto a minuto.

Vulnerabilidades defensivas en balón parado

Sobre el papel, los datos resultan inquietantes: seis goles recibidos por la Real Sociedad en jugadas a balón parado, frente a rivales como Sevilla, Athletic, Elche, Osasuna, Villarreal y Alavés; eso, al menos, según un informe de diciembre de 2025 de Noticias de Gipuzkoa. ¿Por dónde se cuelan los fallos? Pues parece que en casi todas partes: errores en rechaces, primeras jugadas que no se despejan y un Remiro que ha vuelto a ver cómo le rematan de cerca.

Tampoco salen ilesos los centrales, Aritz Elustondo y Ćaleta-Car, a los que parece costarles fijar el marcaje cuando el área se llena de piernas. Lo cierto es que hay patrones difíciles de ignorar: despistes en los córners, algún que otro salto a destiempo y nerviosismo en las faltas laterales.

Conocimiento táctico específico por posición

Si uno observa cómo se enseña táctica en la cantera txuri-urdin, ve diferencias que llaman la atención. El aprendizaje táctico declarativo, ese que se dice y se repite hasta memorizarlo, sigue siendo fuerte en Zubieta, aunque, bueno, no todo el mundo aprende igual.

Porteros: Suelen brillar entrando e interceptando, pero la reacción al recolocarse o a intimidar deja algo que desear. Los centrales tipo Zubeldia parecen entender el posicionamiento casi de memoria, pero si hay que salir jugando bajo presión, a veces la pierna se encoge.

Por las bandas, laterales como Aramburu o Sergio Gómez cumplen cuando conducen o cierran recuperaciones, aunque contra extremos veloces a veces faltan recursos en el uno contra uno.

Del otro lado, los que suelen vestirse de extremos, pensemos en Brais Méndez, destacan con regate y rapidez mental. Los delanteros más puros, mientras tanto, son hábiles para rematar o aguantar balones largos.

Ajustes tácticos y transición de roles

Nada parece más incierto actualmente que la defensa realista en jugadas de estrategia. Si a esto le sumas el ruido mediático y el debate (prácticamente constante) sobre la figura del entrenador, es comprensible el ambiente de cierta confusión y cambio latente.

Según El Zman News, existen quienes ven con buenos ojos la llegada de alguien con más apertura cultural; Pellegrino Matarazzo suena, incluso, pero ya se sabe que cambiar de técnico no arregla todo por sí solo. Más bien, el lío táctico también se juega dentro del campo. Por mucho que se trabaje el conocimiento teórico, al final todo depende de si los futbolistas son capaces de reaccionar correctamente a la presión del partido real.

El llamado CTD (conocimiento táctico declarativo), tan presente en los entrenamientos de Zubieta, parece indicar que hacen falta más ejercicios situacionales: preparar segundas jugadas, practicar marcajes en conjunto y, sobre todo, endurecer rutinas en penaltis y saques de esquina.

Competencia interna y variabilidad de roles

Curioso lo de la Real Sociedad estos meses: da la impresión de que nadie acaba la temporada ocupando el mismo sitio donde empezó. La plantilla, lejos de ser rígida, vive en una constante permuta. Remiro, Carlos Soler y Jon Martín, por citar solo algunos, varían posiciones según lo que el contexto requiere, o mejor dicho, según lo que el rival obliga.

Esto le da al técnico una carta extra, aunque tampoco es tan sencillo: el conocimiento táctico procedimental debe ser más alto, porque cada cambio supone digerir nuevas órdenes y adaptarse de golpe a movimientos ajenos. El dato curioso, y un poco paradójico, es que esa misma Real Sociedad vulnerable atrás, a veces genera peligro en los córners y las jugadas de estrategia propias; Soler o Martín han tenido sus oportunidades ahí.

Juego responsable y reflexión final

Está bien dejarse llevar, pero es fácil pasarse de rosca si uno no pone algo de autocontrol. Al igual que sucede con el uso de plataformas de casino online, el seguimiento del deporte profesional implica autocontrol y límites.

Apostar o invertir emociones en los resultados deportivos debe hacerse siempre con consciencia de las consecuencias y en un entorno seguro y regulado. El fútbol, si se toma en serio y a la vez con distancia, resulta mucho más disfrutable